¿Se siente triste, vacío o sin esperanza la mayor parte del día, casi
todos los días? ¿Ha perdido el interés o el placer en sus pasatiempos o en
pasar tiempo con sus amigos y familia? ¿Tiene dificultad para dormir, comer o funcionar? Si se ha sentido así durante por lo menos dos semanas, es posible que tenga depresión, un trastorno grave, pero tratable, del estado de ánimo.
¿Qué es la depresión?
Todo el mundo se siente triste o decaído de vez en cuando, pero estos
sentimientos suelen desaparecer en poco tiempo. La depresión, también
llamada “depresión clínica” o “trastorno depresivo”, es un trastorno del estado de ánimo que causa síntomas de angustia, que afectan cómo se siente, piensa y coordina las actividades diarias, como dormir, comer o trabajar. Para recibir un diagnóstico de depresión, los síntomas deben estar presentes la mayor parte del día, casi todos los días, durante por lo menos dos semanas.
Diferentes circunstancias pueden ayudar a desencadenar la depresión. Los principales factores que aumentan el riesgo de caer en una depresión son:
- Haber sufrido algún episodio depresivo antes.
- Tener antecedentes familiares de este trastorno.
- Factores hereditarios
- La pérdida de seres queridos.
- Luto
- Divorcio
- Separación
- La soledad.
- Falta de compañía
- Cambio de ambiente geográfico
- Estrés continuo.
- Falta de resiliencia
- Presión laboral
- Inseguridad económica
- Tener problemas para relacionarse con los demás
- No socializar
- Complejos
- Baja autoestima
- Situaciones conflictivas en el entorno (por ejemplo, el trabajo u hogar).
- Relaciones toxicas
- Haber sufrido traumas físicos o psicológicos (maltrato físico, abuso sexual).
- Traumas de la infancia
- Abuso psicológico
- Padecer una enfermedad física seria o problemas crónicos de salud.
- Baja autoestima
- Sin resiliencia
- Falta de aceptación
- El consumo de algunos medicamentos (puede consultarlo con su médico)
- Efectos secundarios
- Abusar del alcohol o consumir otras drogas.
- Fugarse de la realidad
- Incapacidad para enfrentar la vida sobria
- Tras el parto, algunas mujeres son más vulnerables a la depresión. Los cambios hormonales y físicos junto con las nuevas responsabilidades con el recién nacido pueden ser difíciles de asumir.
- Inseguridad
- Baja autoestima
- Tener una personalidad con alguna cualidad extrema (inseguridad, dependencia, hipocondría, perfeccionismo, autoexigencia) predispone a padecer depresiones.
- Tener pleno conocimiento de la enfermedad que se padece sabiendo que no puede tener control de la misma.
En comunidad terapéutica fénix te ayudamos a encontrar las causas que llevan a padecer este tipo de problema del estado de ánimo. Para ello es importante estar dispuestos, primero a recibir la ayuda y después tomar la acción inmediata y concertar una cita con nuestros expertos para que en consulta se comience a trabajar en la superación del problema.